miércoles, 1 de abril de 2020

El Ciclo sin Fiiiiiiin


El Ciclo sin Fiiiiiiin

- ¿Ves aquello de allí, Simba? Eso es el dramaturgo escribiendo sus ideas. Más al este, el productor filtra sus decisiones artísticas según presupuesto y objetivos, y más al sur, el director decide su óptica de la obra.

- ¿Y allí termina el proceso creativo, papá?

- No, Simba. Los actores también son creadores. Con su imaginación nutren el presente de los personajes.

- ¡Entonces allí termina!

- Tampoco. La iluminación de la función, el vestuario, el encuadre de cámara, la publicidad, el día del estreno, el maquillaje, los efectos… Todo aporta su propia visión al proceso creativo convirtiéndolo en un auténtico milagro de creaciones conjuntas. Y un día, alguien del público escribirá un guión inspirándose por esta función, aunque sea inconscientemente, de manera que un nuevo dramaturgo creará algo que no sería exactamente lo mismo si no hubiera visto esa anterior película o puesta en escena.

- ¿Entonces el proceso creativo… vuelve a empezar?

- Así es. No tiene principio ni fin. La inspiración creativa es un ciclo. Si propones, aportas al proceso. Si cumples órdenes no creas arte, sólo distribuyes propaganda. Otro día te hablaré de eso, Simba.

- ¿Y qué es ese lugar oscuro de allí, papá?

- Eso es la impro, hijo. Tú eres actor. Nunca te acerques allí.





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