lunes, 15 de enero de 2024

Levantar actuaciones y superpoderes

 

Levantar actuaciones y superpoderes

 

Ha sucedido en el último año que un par de actuaciones han sido salvadas por mi compañero y yo en situaciones que realmente dejaban mucho que desear en cuanto a condiciones para los intérpretes. Pienso concretamente en una boda abarrotada con niños alborotados en Badalona, y otra en la que hubo que desplazar todo el montaje técnico a un sitio cubierto, por tormenta de última hora.

En ambos casos (y no son los únicos del año, pero fueron con el mismo compañero) nuestra actitud no fue la de vencer en un desafío, hacer frente a una batalla o hacer gala de una enorme habilidad para enganchar al público. De hecho, en estas situaciones suelo abatirme por dentro y en cualquier caso la batalla la llevo de manera interior. Pero de cara a público no denunciamos la situación ni explicamos que vamos a trabajar para ofrecer la mejor impro. Simplemente nos movemos y damos lo único que sabemos hacer. No tenemos un superpoder, vamos a trabajar.

No sé hasta qué punto está sonando humilde lo que estoy diciendo, pero realmente estoy tratando de que lo sea. Sobre todo por lo que contaré a continuación.

Nos hemos topado en ocasiones con compañeros del gremio acostumbrados a otra liga de actuaciones. Conciertos o salas de fiestas donde las condiciones que se piden deben ser cumplidas a rajatabla, o la alternativa es cancelar. Cuando coincidimos, insisten en sentirse asombrados por nuestra capacidad de solventar actuaciones donde sea, con las condiciones que sea, con micros de menos, en un rincón del salón, con la mitad del público huido bajo la tormenta, o con niños cruzando el escenario. Y en el fondo esas alabanzas, ¿lo son en realidad? Porque sé de buena mano que se han cancelado conciertos por no cumplir con unas condiciones que, a mi modo de ver, eran solventables.

Quizá cuando nos dicen: sois unos cracs, no sé cómo habéis sacado este bolo. Están inconscientemente diciendo: muertos de hambre, yo habría cancelado para respetar mi trabajo como artista.




lunes, 1 de enero de 2024

Una molécula de agua, sobre la individualidad

  Una molécula de agua, sobre la individualidad

 

Reflexión rápida:

¿A quién hay que aplaudir? ¿Al que se marca un monólogo espectacular en impro, o a los compañeros que se hacen a un lado para permitir que se él marque un monólogo espectacular?

Se ha hablado varias veces en este blog sobre la individualidad y la cooperación, pero hoy miradlo así:

Una molécula suelta de agua, no moja. El agua sólo moja si son muchas moléculas.

Muchas cosas que actúan bajo un conjunto de reglas, tienen más fuerza que un solo individuo.

Si defendemos las impros desde la individualidad, las estamos debilitando.