jueves, 15 de abril de 2021

Bernard Hiller, Deja de Actuar Empieza a Vivir

 Aquí se viene una reseña. Y no buena precisamente.

Me sabe mal, ante todo, que me decida a hacer la primera reseña (si no recuerdo mal) de este blog para un libro que verdaderamente no merece la publicidad, por otra parte ridículamente ínfima a menos que por lo que sea lo pete este blog en un futuro no muy lejano, que le doy con este artículo.

El señor Bernard Hiller es coaching de actores de Hollywood. Ha trabajado con varias personalidades, aunque no muchas, hay que decirlo… Pero en fin, ha conseguido codearse con el show business de alto standing y tiene una carrera bastante dilatada en el tiempo.

En un arranque consumista, adquirí su libro por ubicarse entre los más vendidos de artes escénicas en Amazon. “Deja de actuar, empieza a vivir”. Dado que la premisa inicial de este artículo quizá os da una idea de la dirección en la que irá una obra con ese título, permitidme que me explique poniéndome en el lugar de alguien que, sin conocer nada sobre el autor y el libro, ve ese título y saca conclusiones.

No actúes, vive. Bueno, no es un mal planteamiento. Suelo repetir en clase que “querer ser” no es lo mismo que “ser” simplemente, con respecto a la interpretación. Es una teoría sencilla de entender pero difícil de aplicar, y el título del libro del señor Hill parece ir en esa dirección. Es interesante. Ese era mi pensamiento a la hora de abonar los 14 o 15€ que me costó por Amazon el libro. Encima por Amazon, si al menos hubiera ido a una librería y el distribuidor hubiera podido sacar algo… Pero ni eso.

El Señor Hill es un vende humos de cuidado. Un patético animador social incapaz de escribir una sola línea sobre técnica o conocimiento con los pies en la tierra. Se regocija dando tumbos sobre la filosofía del éxito, éxito y más éxito. Sólo contempla los objetivos y sueños egoístas de estar en lo más alto, ser seleccionado, vencer a toda costa, subir al podio. Habla sobre felicidad artificial y sueños ridículos, sobre tener actitud de éxito sin soltar ni una sola vez un “cómo hacerlo”. Es abstracto, vago, demagogo e incluso diría, peligroso si quieres iniciarte en este mundo. Su tema ni siquiera llega a ser psicología, y de serlo, jamás he leído una más barata. Menciona máximo un par de veces a maestros tipo Strasberg o Stanislavski, pero desde luego sí se molesta en mencionar varias veces su lista de: los mejores consejos Hiller sobre cómo triunfar. Sé tú mismo, sonríe, o el hit: “¿te darían un óscar por la actitud con la que vives la vida? Si no es así, ¡cámbiala!”

Es terrible como profesor tener que ver inmiscuido en tu ámbito a personajes de la talla de este energúmeno. Increíble ver cómo actores reconocidos de Hollywood le reconocen el mérito y alaban su supuesto método, del que no puedes ni siquiera intuir un ápice en su libro. No sea que pierda clientes… Y será terrible el día que llegue un alumno a una clase, y tus lecciones como profesor que abordan miedos, que promulgan el esfuerzo, el trabajo y una carrera apoyada en técnicas a veces lentas y duras de aprender pero desde luego necesarias, tengan que competir contra palabras bonitas y vacías como las del vacuo señor Hiller. ¿Cómo va a competir un dulce y chorreante pastel de chocolate contra un plato de brócoli?

Pues podéis conseguir vuestro dulce pastelito por unos 15€ en Amazon. Yo aquí seguiré masticando el brócoli.



jueves, 1 de abril de 2021

Los peligros de perseguir tu sueño

Bueno, un clásico. No iba a ser yo menos en dar mi aporte a esta original declaración, muy en boca de todo el mundo especialmente cuando uno empieza en tomando la arriesgada decisión de entrar en el show business.

Tener sueños está bien. Es imprescindible, de hecho. Sin sueños no llegamos a sitios interesantes.

El tema está en la palabra perseguir. Y ahí entra la impro a darnos una importante lección.

Perseguir significa abrir los ojos, seguir las distintas propuestas de la vida, escuchar, reaccionar y responder con sensatez a los obstáculos, saber discernir qué errores se pueden solventar, cuales pasan a formar parte de ti, y cuales pasan a formar parte de la historia que contamos. Perseguir tus sueños es estar dispuesto a cambiar de personaje, a cambiar de escena y a sí, vale, defender un objetivo, pero no descartar que en cualquier momento pasemos a un volumen II y el objetivo sea otro.

Cuantísimos abandonos de improvisadores de la vida que no han sabido escuchar nuevos inputs y transformar sus historias solo porque “perseguir tu sueño” suena a construir unos raíles invariables, rígidos e inflexibles por donde vas a circular pase lo que pase. “¡Que nadie te diga que no puedes conseguirlo!” “¡Sigue adelante, que nada te pare!” y demás virus conceptuales de la era del éxito.

Pues damas y caballeros, a veces lo que pasa es que el terreno se hunde, y hay que saber recalcular y explorar para quizá no perseguir ese primer sueño, sino quizá otro más interesante que aguardaba detrás.