Aquí se viene una reseña. Y no buena precisamente.
Me sabe mal, ante todo, que me
decida a hacer la primera reseña (si no recuerdo mal) de este blog para un
libro que verdaderamente no merece la publicidad, por otra parte ridículamente
ínfima a menos que por lo que sea lo pete este blog en un futuro no muy lejano,
que le doy con este artículo.
El señor Bernard Hiller es
coaching de actores de Hollywood. Ha trabajado con varias personalidades, aunque
no muchas, hay que decirlo… Pero en fin, ha conseguido codearse con el show
business de alto standing y tiene una carrera bastante dilatada en el tiempo.
En un arranque consumista,
adquirí su libro por ubicarse entre los más vendidos de artes escénicas en
Amazon. “Deja de actuar, empieza a vivir”. Dado que la premisa inicial de este
artículo quizá os da una idea de la dirección en la que irá una obra con ese
título, permitidme que me explique poniéndome en el lugar de alguien que, sin
conocer nada sobre el autor y el libro, ve ese título y saca conclusiones.
No actúes, vive. Bueno, no es un
mal planteamiento. Suelo repetir en clase que “querer ser” no es lo mismo que
“ser” simplemente, con respecto a la interpretación. Es una teoría sencilla de
entender pero difícil de aplicar, y el título del libro del señor Hill parece
ir en esa dirección. Es interesante. Ese era mi pensamiento a la hora de abonar
los 14 o 15€ que me costó por Amazon el libro. Encima por Amazon, si al menos
hubiera ido a una librería y el distribuidor hubiera podido sacar algo… Pero ni
eso.
El Señor Hill es un vende humos
de cuidado. Un patético animador social incapaz de escribir una sola línea
sobre técnica o conocimiento con los pies en la tierra. Se regocija dando
tumbos sobre la filosofía del éxito, éxito y más éxito. Sólo contempla los
objetivos y sueños egoístas de estar en lo más alto, ser seleccionado, vencer a
toda costa, subir al podio. Habla sobre felicidad artificial y sueños
ridículos, sobre tener actitud de éxito sin soltar ni una sola vez un “cómo
hacerlo”. Es abstracto, vago, demagogo e incluso diría, peligroso si quieres
iniciarte en este mundo. Su tema ni siquiera llega a ser psicología, y de
serlo, jamás he leído una más barata. Menciona máximo un par de veces a maestros
tipo Strasberg o Stanislavski, pero desde luego sí se molesta en mencionar
varias veces su lista de: los mejores consejos Hiller sobre cómo triunfar. Sé
tú mismo, sonríe, o el hit: “¿te darían un óscar por la actitud con la que
vives la vida? Si no es así, ¡cámbiala!”
Es terrible como profesor tener
que ver inmiscuido en tu ámbito a personajes de la talla de este energúmeno.
Increíble ver cómo actores reconocidos de Hollywood le reconocen el mérito y
alaban su supuesto método, del que no puedes ni siquiera intuir un ápice en su
libro. No sea que pierda clientes… Y será terrible el día que llegue un alumno
a una clase, y tus lecciones como profesor que abordan miedos, que promulgan el
esfuerzo, el trabajo y una carrera apoyada en técnicas a veces lentas y duras
de aprender pero desde luego necesarias, tengan que competir contra palabras
bonitas y vacías como las del vacuo señor Hiller. ¿Cómo va a competir un dulce
y chorreante pastel de chocolate contra un plato de brócoli?
Pues podéis conseguir vuestro
dulce pastelito por unos 15€ en Amazon. Yo aquí seguiré masticando el brócoli.
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