martes, 15 de octubre de 2019

Principio de Impro-tropía


Principio de Impro-tropía

En termodinámica, la entropía mide el número de microestados compatible con el macroestado en equilibrio.

Con este reduccionismo anti-científico sacado de las 4 primeras líneas de un artículo de Wikipedia, me agarraré para explicaros brevemente lo que he llamado:

EL PRINCIPIO DE IMPRO-TROPÍA



Cabe destacar que formo parte desde hace 4 años de la compañía Improtopía, y en los espectáculos definíamos la Improtopía como la utopía improvisada. Es decir posibilidades frente a experiencias. El gato de Shrodinger en la caja de títulos de público. Aunque sólo sea por sonoridad he querido mencionarlo.

Entiendo la Impro-tropía como la tendencia natural al caos de una improvisación. Lo vemos claramente en alumnos novatos con su habitual tendencia al acople en propuestas, en vez de la complementación de propuestas.

Ejemplo:

A - ¡Muajaja! ¡Voy a dominar esta ciudad con mi rayo potenciador!

B – ¡Si, venga! ¡Dominemos la ciudad!

Macroestado A: villano quiere dominar la ciudad.

Microestado B: presento mmm ¿ayudante? ¿Con el mismo objetivo? Pero no complemento propuesta A… No sé…

A una dramaturgia con motores de historia colocados estratégicamente, le convendría a un momento así un personaje con intereses contrarios que permitiera el conflicto y condujera a la resolución (principio que funciona, no norma que se cumple). Pero el alumno novato, fiel a lss iniciaciones impro-trópicas, se acopla con simple efecto espejo a una propuesta ya definida, convirtiendo a un personaje en dos con los mismos intereses. Poco práctico…

Entonces ¿La impro-tropía es mala?

No es mala, pero no permite contar una historia si en el escenario sólo hay caos impro-trópico. La impro-tropía se combate con buenas decisiones improtúrgicas. He aquí el principio de esta dualidad. Caos y orden, impro-tropía e improturgia.

Y como siempre, la impro dándonos una buena lección: no conduce a buenas ideas apoyarse en uno sólo de los principios. Ambos son necesarios para que nos beneficiemos no de su victoria, sino de su diálogo.

martes, 1 de octubre de 2019

A ver quién la tiene más long


A ver quién la tiene más long


Al igual que pasa en derecha e izquierda en política, la aparición y auto declaración de su ubicación en el espectro de un nuevo partido desplaza el resto de espectro político. Ejemplo: ¡Ese nuevo partido es de extrema derecha, ergo nosotros somos la auténtica izquierda ahora! ¡Pues nosotros somos centro, por lo tanto ellos que ya estaban antes siempre han sido la extrema derecha!

Qué mal ejemplo, por favor. No se me ocurre nada que tenga menos que ver con impro que la política. Algún día me explicaré más. Lo que quiero decir es que me da la sensación de que la aparición del llamado LONG FORM (relámpagos) ha desplazado toda la impro anterior a su versión SHORT. Oséase “los jueguitos” “chistecitos” o el “bienvenidos esta noche nos vamos a reír mucho…”.

El long form ha entrado en escena barriendo a su portal multitud de conceptos que una vez más, han pasado al terreno de la “impro digna”, convirtiendo la que ya existía hasta ahora en el temido entretenimiento vacuo. Mira qué seriedad, cuánta verdad, qué dignidad, qué presente, menuda trascendencia… Y todo sin haberlo preparado previamente. Uau, qué intenso. Me encanta el teatro.

- No es sierto, el long form también admite fantasía y humor.

Por supuesto, entiendo que ningún gran maestro o diseñador de impros quiere arrebatar el vehículo expresivo del humor a la improvisación, aunque sea como un recurso más. Pero carajo seamos sinceros, ¿Cuántas long form hemos visto donde prime el humor como vehículo expresivo de espectáculo? ¿De dónde sale esa extraña decisión de reinventar la impro despojándola de su característica más intrínseca, que es lo gracioso de la espontaneidad? ¿Cómo han conseguido quitarle trascendencia al resto de la impro sólo porque uno de sus objetivos sea la risa? Eso lo primero.

Lo segundo, las ahora mal llamadas “short form” han dividido el espectro en “ellos y nosotros”. La realidad es que debería haber un “nosotros” en cada compañía, y un “ellos” como todas las demás compañías del mundo. Que cada compañía encuentre su método y lo bautice con el nombre que le quiera dar. Asignar el término long form a un estilo concreto es cerrar puertas y ventanas a la exploración. K-boom.

Resolución: La riqueza no está en que cada compañía busque su lugar en el espectro, sino que cada compañía tenga su propio espectro. En alas de la libertad y lo genuino de la impro.

Por favor, no ubiquemos nuestras impros en una categoría que viene con un pack de normas escénicas incorporado. No hay nada menos impro que eso.

Él nunca lo haría.