jueves, 15 de septiembre de 2022

Técnica y metafísica

 Técnica y metafísica

La teoría del péndulo en impro va desde la aplicación a rajatabla de normas y juegos clásicos, sólidos e inamovibles, como:

-          Eh, me has negado

-          No puedes hacer un personaje borracho.

-          Aquí ha faltado la R del PROL.

-          El título exacto no ha salido en esta impro.

…hasta el desafío gratuito de los estándares de la impro sólo por el placer de ser subversivo, original y auténtico, como:

-          Recurrir al chiste inmediato.

-          Narrativas inconexas y sobrecargadas de propuesta.

-          Desafiar a un compañero en favor de la sensación de “interpretar” intensamente.

-          Clásico momento de: ¡Corten! ¡Rodaje finalizado! Para justificar la ficción.

Estos son los extremos que se acogen a la técnica. Pero no todos empezamos en la impro desde el mundo de la técnica. Existe otro tipo de impro, quizá más enfocada a entreno interpretativo o terapéutico, que tiene un solo extremo mal entendido, que identifico con quotes como:

-          Mira a los ojos a tu compañero y dime qué siente.

-          Fluye con la situación.

-          Examina tus sentimientos y exprésame cómo te sientes.

-          Mira el público y muéstranos tu vulnerabilidad.

 Cada uno de nosotros se inclina más hacia uno de estos extremos, a menudo en oposición activa. Llamémosles técnica y metafísica.

Los técnicos creen que los metafísicos son hippies del teatro que usan la impro como psicólogo y van a llorar a sus clases. Los metafísicos creen que los técnicos tienen bloqueos emocionales y recurren a la ficción para alejarse de sí mismos. O yo qué sé.

Cada uno de nosotros se inclina más hacia un modo u otro, aunque hayamos aprendido de ambos y nos sintamos equilibrados en este modo de verlo, que seguro que sí. Pero con esto sólo quería concluir que el espacio que hay entre técnica y metafísica lo completa el alumno. Por eso un buen profesor permite el desarrollo hacia uno u otro lado, no impone su visión categórica para defender una “verdad” de la impro. Porque esta no existe.

 


jueves, 1 de septiembre de 2022

El aprendizaje tridimensional

 

El aprendizaje tridimensional

A ver, vamos a ponernos metafísicos, que es lo que me gusta a mí.

Hoy he pensado lo siguiente:

Alumnos novatos que entienden el aprendizaje impro como una línea recta. Aprendes algo, luego otra cosa, luego le sumas otra… Y sigues una línea en una dirección.

Los hay que entienden un paso más allá, y saben que esta línea no es simplemente recta, sino que toma curvas ¡o incluso espirales!

Los hay que van más allá aún, y saben que no sólo es una línea, son varias que se mueven en un plano en distintas direcciones, velocidades y ritmos. Nunca trabajas una sola cosa a un solo ritmo.

Los hay que van más allá y saben que las líneas no despegan su proceso desde el mismo punto, sino que en varios aspectos trabajaremos distintas direcciones y por lo tanto recorreremos distintos caminos.

Todas esas son formas válidas de ver un aprendizaje. Especialmente en las artes escénicas, donde ponemos todo lo que somos al servicio de una verdad. Pero más especialmente en impro, donde además no tenemos ni idea de lo que sucederá dentro de 1 minuto.

Os doy una versión propia y algo más allá aun, el aprendizaje son distintas líneas que se mueven a ritmos distintos partiendo desde varios puntos distintos en un espacio TRIDIMENSIONAL, también arriba y abajo, atrás y adelante. Del punto A al B trazamos una línea, pero esa misma línea jamás la volveremos a recorrer de la misma forma ya que la delicada inmediatez de la impro lo impedirá. Aunque ya hayamos pasado por un ejercicio, si lo hicieras dentro de un año trazarías nuevas líneas que conectarían A con C, y luego A con D. Nunca somos los mismos, por eso la impro nunca es la misma, y por eso el aprendizaje no para nunca, aunque repitas de curso, de clase, de profesor o de escuela.

Somos seres de aprendizaje tridimensional.