viernes, 1 de octubre de 2021

La desbrozadora Shakespeare

 Cómo me gustan las metáforas de jardinería. Últimamente estoy muy a tope con la desbrozadora, esa máquina sencillísima que despeja un área llena de maleza y airea un jardín. Os recomiendo este canal de youtube para ver a pleno rendimiento una buena desbrozadora.

Cambio de tema.

Es una vergüenza que durante este curso pasado desconociera tanto a Shakespeare. Lo digo porque le he puesto remedio, sino no lo comentaría, obviamente. He adquirido varias de sus obras y he estado leyendo, releyendo, aprendiendo y analizando a este autor.

No sólo diré que es de lo más grande que he leído en teatro (seguramente lo MÁS, en realidad) sino que lo que he leído después de Shakespeare, ha sido mejor.

Shakespeare es la desbrozadora del teatro. Su equilibro entre artificio y simplificación es exactamente lo que la escena necesita. Los Todopoderosos tienen mucha razón en algo, nos hemos inventado mil historias sobre la misteriosa figura de Shakespeare porque es más fácil acogerse a una fantasía sin razón que comprender que toda esa genialidad pueda emerger de una sola mente.

Suelo ser bastante iconoclasta y buscarle el punto débil (a veces reconozco que irracionalmente) a grandes obras o ídolos. Pero William Shakespeare es sencillamente perfecto. Con sus errores y sus incoherencias de guión. Es increíble.

Puedes literalmente sentir cómo el teatro cambia en tu cabeza cuando entiendes sus obras. Y como dijo Alix Gentil de la compañía The Modestos de Barcelona, cuando más he aprendido sobre impro es cuando he realizado cursos que no eran sobre impro.

Yo espero que, siguiendo esa fórmula, vea cómo el jardín de mi impro se despeja con la desbrozadora Shakespeare.




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