Espontaneïdad < reflexión
Ah, el clásico título reduccionista. Esto es más que
aquello, esto viene antes que eso otro, esto es mejor que lo de más allá… Ojalá
el mundo fuera una cajonera numerada, claro. Pero me temo que pocas cosas
funcionan de esta forma matemática, y mucho menos en las artes, y mucho menos en
la impro.
Tenía una nota puntada, muy mal escrita seguramente debido a
una idea incendiaria que me asaltó andando por la calle durante el curso, que
ponía: odo el mundo sabe ser espontanro, pero no tofo el munfo se
atreve a asomarse a sus abismos para ver qué hay alli para compartir con el
publico y darle identidad a au creacion.
Eso decía.
Traducción para dummies: Ser espontáneo es una capacidad que
todos tenemos, pero no todos tenemos la capacidad para analizarnos a nosotros
mismos y poner en escena aquello que encontramos.
Voy a matizarlo porque no estoy de acuerdo conmigo mismo.
Creo que sí, todos tenemos la capacidad para ser espontáneos
y comprender esa exigencia escénica de la impro. Y creo también que todos
tenemos la capacidad para darle vueltas a nuestra propia naturaleza del ser,
convertirlo en una propuesta escénica e imprimirle carácter a lo que sea que
hagamos con nuestra impro, que buena falta le hace.
¿Hay alguna de estas dos cosas que sea más difícil que la
otra? Pues no creo. Conozco artistas que han trabajado en producciones
teatrales profundas, con guiones que ter atraviesan el alma, pero que se les
hiela la sangre al enfrentarse al vacío de la impro y no comprenden que todo va
de descubrir y ser espontáneo.
Y desde el otro extremo de la calle, conozco improvisadores
con gran facilidad para descubrir y sorprenderse, pero con poco interés para
contar algo más allá de su juego de impro.
Quizá el camino artístico que le da valor a la impro como
disciplina teatral está en el movimiento de balanza de estos dos valores. Somos
los pesos que la hacen oscilar. Siempre inclinaremos más hacia un lado o el
otro, pero nuestra responsabilidad común es hacerlo oscilar y trabajar en el
que nos pese menos para equilibrarnos.
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