lunes, 1 de mayo de 2023

Romper la quinta pared

 

Romper la quinta pared

Me desplazo nuevamente a las aulas (ya veis que últimamente estoy más en enseñanza que en show) y os traigo este concepto de la quinta pared que me enseñó Toni Navarro, uno de los pioneros de la impro en España junto con Carles Castillo, valencianos ambos.

Romper la quinta pared en clase (como yo entiendo el concepto que él me prestó) es atravesar la barrera que la ficción impone al terminar de vivir la ficción. Es decir, cuando el alumno termina de interpretar un personaje, se produce un momento de juicio por el trabajo realizado. No es tan sencillo salir de escena y volver a la misma vida que tenías hace 5 minutos, hay unos instantes en los que esperas una valoración, una conexión con el profesor o los compañeros que te permita edificarte un criterio sobre lo que acabas de hacer. Ese rato es incómodo, seamos claros.

La quinta pared es esa barrera de juicio. Si la rompes con tus alumnos, se sentirán libres de entrar y salir en la ficción sin preocuparse por cómo los vemos, cómo lo han hecho o si son buenos o no. Es importante porque en impro no hay que tratar de hacerlo bien. Si levantamos una quinta pared, aumentan las competencias, se crea un clima de trabajo distante, virtuoso o individualista, se aboca la clase al fracaso.

La quinta pared sólo sirve, en cualquier caso, para monográficos de actores profesionales de alma fría, impertérrita y dura que quieran dedicarse a televisión o a grandes producciones carentes de alma. Es una puta mierda, vaya.

 


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