Droga
Es un título capcioso para un
artículo, pero me conformo con tener ya vuestra atención.
Va a ser una reflexión rápida:
Hace poco, comentábamos con unos
colegas: ¿Qué droga crees que sería cada disciplina artística? (sí, conversa
estándar) Pues yo creo que clown son los porros. Yo creo que el teatro
contemporáneo es el alcohol…
Y yo dije: ¡Yo creo que la
improvisación seria la cocaína!
Y mi amigo respondió: Yo diría más
bien que la improvisación seria un tipo de alucinógeno.
¿Cómo pueden dos individuos que
hayan experimentado la impro con fluidez y tiempo suficiente, tener una
representación mental de algo tan distinto? Soy capaz de comprender por qué
relaciona la impro con alucinógenos, pero mientras que para mí es pura adrenalina
mental y cálculo rápido, para él son viajes sensoriales con los que inventar el
espacio a tu alrededor.
¿Cómo puede haber caminos tan distintos
para aproximarse a una misma cosa?
Si por ahora puedo dar una
respuesta, es que en la improvisación hay infinitos caminos elevado al número
de personas que existen en el mundo. La improvisación es la tele por cable
dimensional de Rick y Morty. Hay tantas visiones cómo recursos cómo
experiencias. Todos somos grandes improvisadores. Sólo que algunos disfrutamos
más haciendo el imbécil en escena, y nos pagan por ello.
Y así es como nos compramos la
droga. Que de eso iba el artículo. De cómo conseguimos dinero para drogarnos.
Sino ¿de qué nos íbamos a dedicar a esto? Venga hasta pronto.
No hay comentarios:
Publicar un comentario