miércoles, 15 de enero de 2020

DROGA


Droga


Es un título capcioso para un artículo, pero me conformo con tener ya vuestra atención.

Va a ser una reflexión rápida:

Hace poco, comentábamos con unos colegas: ¿Qué droga crees que sería cada disciplina artística? (sí, conversa estándar) Pues yo creo que clown son los porros. Yo creo que el teatro contemporáneo es el alcohol…

Y yo dije: ¡Yo creo que la improvisación seria la cocaína!

Y mi amigo respondió: Yo diría más bien que la improvisación seria un tipo de alucinógeno.

Boom. Y mi mente estalló en pedazos.



¿Cómo pueden dos individuos que hayan experimentado la impro con fluidez y tiempo suficiente, tener una representación mental de algo tan distinto? Soy capaz de comprender por qué relaciona la impro con alucinógenos, pero mientras que para mí es pura adrenalina mental y cálculo rápido, para él son viajes sensoriales con los que inventar el espacio a tu alrededor.

¿Cómo puede haber caminos tan distintos para aproximarse a una misma cosa?

Si por ahora puedo dar una respuesta, es que en la improvisación hay infinitos caminos elevado al número de personas que existen en el mundo. La improvisación es la tele por cable dimensional de Rick y Morty. Hay tantas visiones cómo recursos cómo experiencias. Todos somos grandes improvisadores. Sólo que algunos disfrutamos más haciendo el imbécil en escena, y nos pagan por ello.

Y así es como nos compramos la droga. Que de eso iba el artículo. De cómo conseguimos dinero para drogarnos. Sino ¿de qué nos íbamos a dedicar a esto? Venga hasta pronto.

No hay comentarios:

Publicar un comentario