¿Intelecto o emoción?
Es que no sé. Os lo pregunto.
Osea:
Vemos una película en la que a un
protagonista absolutamente desgraciado cuyo padre acaba de morir, le
diagnostican cáncer, lo expulsan del país a causa de la guerra, y fusilan a su
amada ante sus ojos. El impacto intelectual es el mínimo imprescindible para
comprender los sucesos y su orden. El impacto emocional es máximo para que
empaticemos con la situación. Nos vemos a nosotros en su lugar y comprendemos
cuáles son los sentimientos.
En el drama es relativamente
fácil. Quizá (en parte) por eso no existen los límites del drama. Pero sí
existen los límites del humor (o quieren que existan).
En el humor improvisado, CREO,
interviene una gran parte de impacto intelectual en el hecho de comprender que
lo que está sucediendo en escena es improvisado. Eso es imprescindible. Si el
púbico no comprende intelectualmente el lenguaje espontáneo de la impro, no
entrará en gran parte del humor. Rara vez habrá drama ni empatía psicológica intensa
con los personajes precisamente debido a esta comprensión, pero sí habrá
emociones de humor. La risa es un sentimiento.
ERGO
¿Puede ser que la impro exija un primer
impacto intelectual que lleve al posterior impacto emocional? Es una reflexión
inmediata precipitada. ¿Cómo lo veis vosotros?
PD: Ojo, porque se me acaba de
ocurrir que un impacto emocional en una improvisación sin pretensiones de
humor, podría ser incluso más genuino que en un drama escrito en el que los
actores ya saben de antemano hacia dónde van a ir sus sentimientos por mucho
presente que le enchufen. ¿El presente de la impro es más puro que en el
teatro, entonces?
Perdón por este desorden explosivo
de ideas eh, me he dejado llevar por el presente esta tarde…
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