lunes, 15 de junio de 2020

¿Intelecto o emoción?


¿Intelecto o emoción?

Es que no sé. Os lo pregunto.

Osea:

Vemos una película en la que a un protagonista absolutamente desgraciado cuyo padre acaba de morir, le diagnostican cáncer, lo expulsan del país a causa de la guerra, y fusilan a su amada ante sus ojos. El impacto intelectual es el mínimo imprescindible para comprender los sucesos y su orden. El impacto emocional es máximo para que empaticemos con la situación. Nos vemos a nosotros en su lugar y comprendemos cuáles son los sentimientos.

En el drama es relativamente fácil. Quizá (en parte) por eso no existen los límites del drama. Pero sí existen los límites del humor (o quieren que existan).

En el humor improvisado, CREO, interviene una gran parte de impacto intelectual en el hecho de comprender que lo que está sucediendo en escena es improvisado. Eso es imprescindible. Si el púbico no comprende intelectualmente el lenguaje espontáneo de la impro, no entrará en gran parte del humor. Rara vez habrá drama ni empatía psicológica intensa con los personajes precisamente debido a esta comprensión, pero sí habrá emociones de humor. La risa es un sentimiento.
ERGO

¿Puede ser que la impro exija un primer impacto intelectual que lleve al posterior impacto emocional? Es una reflexión inmediata precipitada. ¿Cómo lo veis vosotros?



PD: Ojo, porque se me acaba de ocurrir que un impacto emocional en una improvisación sin pretensiones de humor, podría ser incluso más genuino que en un drama escrito en el que los actores ya saben de antemano hacia dónde van a ir sus sentimientos por mucho presente que le enchufen. ¿El presente de la impro es más puro que en el teatro, entonces?

Perdón por este desorden explosivo de ideas eh, me he dejado llevar por el presente esta tarde…

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