viernes, 1 de abril de 2022

Luz y sonido

Es un verdadero crimen que a estas alturas no haya dedicado un solo artículo a la inclusión de técnica en los espectáculos. Trataré de no quemar todos los cartuchos porque realmente hay material de dónde sacar experiencias y análisis. Pero empezaré por lo primero que me viene a la cabeza en cuanto a intercambios de opiniones sucedidos en las compañías sobre el papel real que juegan luz y sonido en la impro.

De entrada, en mi carrera personal, el sonido gana por goleada.

La música no sólo mulle (¿está bien dicho? Me encanta cómo encaja por significado, espero que esté bien dicho) la escena, sino que la potencia, la catapulta, e incluso puede tener peso cómico por sí sola. Puede proponer saltos de espacio y de tiempo, puede marcar finales o inicios y puede transformar todo lo que se dice en la impro.

Por eso procuramos llevar nuestro técnico entrenado y preparado cuando vamos a actuaciones. Es sin duda un improvisador más, como el músico en un rincón de la boda tocando el contrabajo, cobrando por simplemente estar allí, sin necesidad de atención pero ofreciendo al inconsciente del público una capa extra de glamour y elegancia al evento. Si está correcto, nadie dice nada. Eso sí, si toca mal, todos lo comentaran.

Reconozco que a menudo envidio a los músicos y técnicos, que no tienen que esforzarse en captar la atención y en el peor de los casos, pueden limitarse a tocar de fondo y cobrar al final de show. En un espectáculo o te ganas el público borracho o fracasas.

La luz, por el contrario (aquí hay debate) nunca ha casado del todo en las impros. Cierto es que no hemos tenido muchas posibilidades de explorarla como quizá se merece, pero esto en sí ya significa algo. El sonido es imprescindible y ofrece posibilidades que derivan de la propia necesidad de montaje. La luz no siempre es imprescindible. ¿Para qué vas a montar 2 trípodes y tirar todo el cableado a una mesa de FX un domingo a las 16h en la plaza mayor?


Pero de todas formas, los ambientes que ofrece la luz son muy limitados si lo comparamos con la exigencia de montaje, y sus opciones visuales son muy limitadas a no ser que incluyas en el presupuesto de una actuación +5000€ de montaje de leds regulables, pantallas, pars, cañón, panel led, retroproyector, strobos, contras y calles.

Y aún con todo eso, necesitarías un técnico tremendamente hábil y entrenado en el carácter de compañía para que aportara algo medido y coherente al show.

Creo que la iluminación es como un buen speaker. Sí, da prestigio, pero su sueldo no sale a cuenta si puede presentar uno de los mismos improvisadores de la compañía. El sonido es un improvisador más.

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