Problemas que no lo son
He estado ahondando en el trabajo del
gran Nacho Vigalondo, del que me declaro fan y seguidor. Y en una de sus
entrevistas comentó algo que inevitablemente linkeo a la impro.
Nacho es jugador asiduo de rol de
mesa y juegos de personajes, y según cuenta, ha realizado largas partidas con
sus colegas que me da mucha envidia imaginar.
La reflexión que lanzaba era:
En
un juego de rol, invertimos todos nuestros esfuerzos mentales en crear y
resolver un problema enorme que, en el mejor de los casos, simplemente
desaparecerá.
En impro, debemos enfocarnos en crear
problemas que solventar. Total, en el peor de los casos, va a terminar
el show.
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